
Anoche te soñé entre los mortales.Tu huiste y yo te dejé escapar. Con miedo intenté buscarte entre la multitud, pero tu sombra, borrosa, se escabullía rápidamente por aquélla feria de novedades. Volví a divisarte, oscuro, fugaz, instantáneo, me viste atravesar los stands de la vergüenza y los pasillos de la locura. Me detuve y sonreíste.Supe que nos habíamos perdonado. que me habías perdonado.Fue entonces cuando desperté.